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    ¿Cómo ayuda el yoga a la menopausia?

    Si está pasando por la menopausia, no le sorprenderá saber que sus cambios hormonales son la causa principal de esos molestos síntomas como los sofocos, los sudores nocturnos, los cambios de humor, la depresión y el insomnio. A medida que los niveles de progesterona y estrógeno del cuerpo disminuyen durante la transición a la menopausia, es posible que tenga una sensación general de desequilibrio físico y psicológico, incluso si los síntomas de la menopausia no son tan graves.

    Yoga

    El yoga puede ayudarte a solucionar esta incertidumbre devolviendo el equilibrio a tu cuerpo y a tu mente. Las posturas de yoga (asanas) combinadas con ejercicios de respiración (pranayama) ayudan a fortalecer los músculos y los órganos internos del cuerpo, además de equilibrar el sistema endocrino; el sistema de glándulas como el hipotálamo, la hipófisis, la tiroides y la pineal, responsables de segregar hormonas directamente al torrente sanguíneo.

    Las posturas invertidas, como la postura de los hombros, el perro mirando hacia abajo y la postura del arado, hacen funcionar el corazón y mejoran el sistema inmunitario, y se consideran equilibradores hormonales debido al aumento del suministro de sangre a las glándulas endocrinas de la garganta durante el ejercicio. Las prácticas de meditación y relajación del yoga permiten liberar la tensión del cuerpo y de la mente, lo que permite acceder a una profunda paz y calma interior, ayudándole a tomarse a sí misma y a su propio cuerpo y contribuyendo a una transición más tranquila y fácil hacia la menopausia.

      ¿Cuáles son los síntomas más comunes de la menopausia?

    ¿Quién puede hacer yoga?

    En primer lugar, casi todo el mundo puede practicar yoga. La profesora de yoga más vieja del planeta tiene 93 años. De acuerdo, empezó a practicar yoga cuando tenía ocho años, pero la edad media de los alumnos de su clase diaria de yoga es de más de 40 años. Puedes empezar a practicar yoga a cualquier edad, simplemente tienes que escuchar a tu cuerpo y no estirarte demasiado durante los ejercicios.

    Elige un profesor de confianza y una clase diseñada para alumnos mayores, para no caer en la tentación de exagerar cuando estés empezando. Y no es necesario que tengas la capacidad de convertirte en un pretzel para beneficiarte de los ejercicios de yoga. Aunque tus posturas no sean tan largas como las de los profesionales más jóvenes, siguen teniendo los mismos beneficios. Fluye dentro y fuera de las posturas en lugar de mantenerlas y desarrollarás agilidad, flexibilidad y fuerza.

    El uso de accesorios para ayudar a conseguir la alineación adecuada es una práctica habitual con los alumnos mayores y menos flexibles. La práctica regular del yoga mejora la flexibilidad y el equilibrio y ayuda a fortalecer los huesos, lo que puede ser importante en la edad adulta para evitar la osteoporosis. El yoga también puede ayudar con la presión arterial elevada, la ansiedad, la depresión y las dolencias digestivas. Ni que decir tiene que uno de los mejores beneficios del yoga es que, cuando se ha aprendido con regularidad, todo lo que se necesita es una esterilla de yoga y se puede practicar por sí mismo en casa entre las clases.

      ¿Le afecta la pérdida de progesterona?

    Conclusión:

    O si prefiere no asistir a una clase, hay algunas aplicaciones descargables muy buenas y fáciles de seguir disponibles en Internet, realizadas por instructores de yoga de renombre y muy profesionales, con rutinas de yoga que puede realizar en la comodidad de su propia casa. Sea cual sea el camino que elija, tenga en cuenta las palabras del afamado nonagenario profesional del yoga B.K.S. Iyengar, quien afirma que "la práctica diaria del yoga mantendrá a raya la vejez".

     

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