A medida que las mujeres llegan a la menopausia, el cáncer de mama, de útero y de ovarios nos amenazan. Además, para disimular los síntomas de la menopausia, las mujeres menopáusicas tienen que tomar estrógenos artificiales o bioidénticos, que pueden ser un potente carcinógeno. Cada día, debido a factores ambientales y genéticos, algunas células de los trillones que hay en el cuerpo pueden volverse cancerosas espontáneamente.
Comencemos
Como Roma no se construyó en un día, el cáncer tampoco se desarrolla en un día. En el momento del diagnóstico, la mayoría de los cánceres llevan diez años en el cuerpo. Durante esos 10 años, el crecimiento del cáncer no obedece a ninguna regla. Los cánceres crecen a ritmos diferentes durante periodos diferentes en distintos hombres y mujeres. Hay algo en el cuerpo que promueve el desarrollo del cáncer, como el estrógeno, que estimula a las células cancerosas a multiplicarse sin control. Afortunadamente, hay algo que puede inhibir el crecimiento del cáncer.
El té verde es un arma clave en la lucha contra el cáncer, ya que incluye una alta concentración de EGCG (galato de epigalocatequina), uno de los antioxidantes más potentes que revela una impresionante actividad contra muchos tipos de cáncer. El EGCG es una clase de un conjunto más amplio de fitoquímicos protectores. Los fitoquímicos son compuestos naturales ampliamente distribuidos en las plantas. Tienen una fuerte acción anticancerígena y protegen contra las enfermedades coronarias.
Dieta adecuada
No es de extrañar que comer más frutas y verduras, en cualquiera de sus formas, sea obviamente una forma estupenda de beneficiarse de las propiedades curativas de los alimentos. Los estudios revelaron que la conocida actividad anticancerígena del té verde es consecuencia de su inhibición de una de las enzimas más frecuentemente sobreexpresadas en los cánceres humanos, conocida como uroquinasa.
Se ha demostrado que los extractos de té verde reducen el cáncer en animales, y últimamente se hacen afirmaciones similares sobre el té negro. Todos los tés verdaderos proceden de la misma especie vegetal (Camellia sinensis), como el té negro, el té pu-erh o el té oolong, por lo que deberían contener EGCG. Sin embargo, las infusiones no son té verdadero, por lo que no contienen EGCG.
Es conveniente beber unas cuatro tazas de té verde al día para adquirir la dosis perfecta de EGCG. El EGCG se deteriora rápidamente, por lo que hay que beber el té lo más fresco posible y desechar el que se haya almacenado durante la noche.
Té verde
Aunque el té verde contiene menos cafeína que el café, sigue siendo un estimulante. El té preparado contiene aproximadamente la mitad de cafeína que el café instantáneo. Evite beber té durante el día. Vierta agua hirviendo sobre las hojas de té y déjelas reposar durante 5 minutos.
Bebe el té a la manera china, sin azúcar ni leche. Creo que el té hecho en el microondas no sabe tan bien como el hecho con agua hirviendo. El té es una bebida consagrada que se ha consumido durante siglos.
Aunque el café aumenta el ritmo cardíaco, el insomnio, la ansiedad, el dolor de cabeza, la irritabilidad, la diarrea y la micción frecuente, hasta ahora no se ha informado de los efectos negativos del té. Las mujeres menopáusicas, que toman estrógenos artificiales o bioidénticos para disimular los síntomas de la menopausia, son vulnerables a los cánceres. El té verde es un fantástico antídoto contra el efecto cancerígeno del estrógeno sintético o bioidéntico.